UNA EXPERIENCIA ÚNICA
María Clara Gallo, IYF Ibagué.
El 25 de octubre viaje a desde Ibagué a Bogotá para asistir al Taller de este mes, participar en el taller de voluntarios de IYF es una experiencia única, porque es una oportunidad de conocer nuevas personas, convivir y conectarnos con el prójimo, nos permite fluir con los demás y con nosotros mismos.
Una de las actividades que más me gustaron del Taller fueron las charlas y lecturas del mundo del corazón, es un espacio para detenernos y repensarnos como seres humanos. En esta oportunidad trabajamos el tema “Los deseos”, aquellas cosas que nos impulsan o motivan a realizar acciones, sean socialmente aceptadas o reprochables.
Aprendí ¿Hasta dónde nos puede llevar un deseo?, en ocasiones nos aparta, ensimisma y divide, nos frustra y por consiguiente nos hace sentir infelices, entonces ¿Qué manera de vivir es está?Cuando nuestros deseos rebosan nuestra capacidad y/o habilidad, y no cumplimos a cabalidad una expectativa, es cuando nos frustramos, pero si pudiésemos controlar ese impulso que nos perjudica, viviríamos más tranquilos y en paz con nosotros mismos y con quienes nos rodean.
Agradezco a IYF por enseñarme el mundo del corazón y permitirme reflexionar para conectarme con las personas que me rodean.
También realizamos servicio voluntario en el Banco de Alimentos de Bogotá, esa fue una experiencia muy enriquecedora, que me genero muchos sentimientos, por un lado, me invadió una tristeza muy grande al pensar en todas las personas que no tiene que comer y que se encuentran en situaciones y contextos tan marginales, que nos hacen cuestionar la condición humana y la dignidad perse inherente.
Así mismo, me dio gratitud, ver las condiciones en las que Dios me ha permitido crecer, con techo, abrigo, alimento y amor. Creo que esa sensación, es la que nos motiva a aportar para el cambio, porque nos permite ser conscientes de lo que tenemos y desperdiciamos, ¡Un pan puede hacer la diferencia!
Existen millones de personas en el mundo que no cuentan con seguridad alimentaria y este tipo de organizaciones, como el Banco de Alimentos, contribuye con su granito de arena para combatir el hambre, abarcando otras necesidades básicas del ser humano como vestuario, aseo, etc.
Comprendí que nuestro aporte es realmente importante y que entre todos nos podemos ayudar, el voluntariado es una tarea de todos y para todos.